Día 2. Platón y el círculo
Decía el filósofo griego Platón que el círculo era la mayor de las perfecciones. Y en Tralocastro parece que tenemos un círculo: una casa aún en proceso de excavación. En la arquitectura doméstica castrexa hay un claro dominio de las plantas circulares. De hecho, este prototipo y sus diversas variantes se han convertido en un símbolo distintivo de la Edad del Hierro en el noroeste peninsular. La casa circular era la más representativa y la más abundante.
Como dijo Ana Romero Masiá (la primera arqueóloga en catalogar el castro de Esmelle en 1986) en su obra, ya clásica, El hábitat castreño (1976): “El noroeste castreño parece como si tuviese una tendencia natural para rechazar la esquina viva (…) los castreños no construyen sus casas sin esquinas vivas porque no saben sino por otros motivos: se evita porque es algo que choca con la tradición (…) se rechaza porque es algo extraño.”.
Algunos han visto en el uso frecuente de la planta circular en los poblados castrexos un modelo que responde a una arquitectura simple, básica y primitiva. Igual la cuestión no es tan simple. Ni tan básica. En Tralocastro tenemos, en principio, un círculo (una casa) y, según Platón, esta figura representa la perfección… Los arqueólogos, sin embargo, excavamos por cuadrículas… Cuestión de geometría…
¡Hasta mañana!
La posible casa circular de Tralocastro. Foto: E. Taboada